1.Moisés cuidaba las ovejas de Jetró, su suegro, sacerdote de Madián. Una vez llevó las ovejas muy lejos en el desierto y llegó al cerro Horeb, esto es, el Cerro de Dios. 2. Entonces fue cuando el Ángel de Yavé se presentó a él, como una llama ardiente en medio de una zarza. Moisé estuvo observando: la zarza ardía, pero no se consumía. 3. Y se dijo: “Voy a dar una vuelta para mirar esta cosa tan extraordinaria: ¿por qué la zarza no se consume?”
Exodo 3: 1-3
Tres breves versiones apócrifas de Moisés en el Monte Horeb.
Primera versión
1. Moisés cuidaba las cabras. 2. A la distancia ve una zarza ardiente. 3. Al acercarse tropieza con una piedra, 4. cae y se golpea la cabeza. 5. Para cuando recobra el sentido, el fuego ha consumido al consagrado arbusto. 6. Nada ocurre.
Segunda versión
1. Moisés ve la zarza ardiente y sale despavorido, corriendo cuesta abajo. 2.La Ley sopla sola en el viento otoñal.
Tercera versión
1. No hay Moisés. 2. No hay zarza ardiente, ni cabras. 3. El cerro hace guardia en el silente desierto. 4. El nombre de dios sigue impronunciable.